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¿Y si te dijera que TÚ TAMBIÉN HAS EXPERIMENTADO ESTE “PÁRKINSON”?

 

Todos hemos sentido el temblor de los brazos y manos después de una dura sesión de gimnasio, la sensación de piernas inestables después de correr largos periodos de tiempo o el descontrol y rigidez del cuerpo cuando la fatiga se apodera de nosotros. Un cúmulo de síntomas que no nos permiten ser finos en nuestro movimiento.

El beneficioso ejercicio físico para el párkinson puede ser, en una mala dosis, la causa de un “párkinson temporal”

Un proceso neurológico que tiene su explicación en que los movimientos finos y precisos en nuestro cuerpo están regulados por un neurotransmisor: la dopamina. Esta se segrega desde el tronco encefálico por la sustancia negra y en el núcleo accumbens (muy próximos al núcleo rojo, responsable del control de los brazos. De ahí la relación tan intrínseca).

Pero no hay que asustarse, las personas sanas, al descansar, recuperamos de forma natural la dopamina y la fatiga muscular, refinándose nuevamente los movimientos y recuperando toda nuestra capacidad física. En contra, las personas que padecen Párkinson, por mucho que descansen, no regeneran dopamina de manera natural. He aquí el lugar de la investigación actual: consiste en la búsqueda de formas y maneras artificiales de hacer aumentar la producción de dopamina, estimular los centros de creación y permitir que aumente su biodisponibilidad. 

De manera que: ¿No existirá una manera natural, a través del ejercicio, la alimentación, la respiración, etc. para poder estimular, regular y controlar la segregación de la dopamina y aliviar en cierta manera los síntomas del párkinson?

 

  La neurología es increíble, el ser humano es increíble.  Y tal como vimos, el ejercicio puede ser beneficioso o perjudicial. Saber cómo incidir en nuestro tronco encefálico, crear una estructura fuerte, efectiva y eficiente puede iniciar un cambio o, cuanto menos, ralentizar los avances neurodegenerativos. 

De esta manera, sí podemos emparejar: AGOTAMIENTO FÍSICO - AGOTAMIENTO DE LA DOPAMINA. 

¿Qué agota a nuestro tronco encefálico?
¿Cómo puedo estimular el tronco encefálico?
¿Qué ejercicios pueden ayudarnos?
¿Qué alimentos perjudican y cuáles benefician?
¿Puede ser, que nuestros pensamientos condicionen este funcionamiento?

Reflejos primitivos, el trabajo del sistema vestibular, el equilibrio, los ojos, la gestión del dolor, ejercicios isométricos o la energética son herramientas con las que podemos activar estas áreas. 

Si eres nuevo en la ESCUELA ATLANTIS, somos una empresa dedicada a la educación neurocéntrica integral. El cerebro y la neurología nos permiten integrar, de forma lógica, los cuatro planos que conforman al ser humano: FÍSICO, QUÍMICO, EMOCIONAL y ENERGÉTICO. Trabajamos con médicos, entrenadores y terapeutas. Sincronizar las corrientes científicas más actuales con los métodos de terapia más tradicionales nos encanta. Es fácil, perdernos entre los diferentes planos y achacar las causas del dolor o las patologías a motivos erróneos. Pensamos que si hay un dolor lumbar, el problema está en la lumbar. Sin embargo, el 90% de las veces no es así.  Imaginemos qué ocurrirá si nos centramos en enfermedades tan importantes como el párkinson, que afectan a nuestro sistema nervioso central… 

Si quieres saber más, puedes ponerte en contacto con nosotros y profundizar en nuestros cursos online y semipresenciales. Tenemos muy claro que aprenderás a ver las cosas desde una perspectiva diferente.